Libros que se quedan dándote vueltas

Foto: Jorge Mejía Peralta

Ustedes saben que uno debe leer mucha literatura mediana para encontrar una joya. Porque las joyas literarias, la mayoría de las veces, debe encontrarlas uno mismo. Las referencias ayudan, pero no bastan: muchas veces nos recomiendan algo que supuestamente es sensacional, y cuando nos acercamos la decepción es una rana que te salta en la cara. (De esto no me salvo y sabemos que puede ocurrir con la recomendación que ahora estoy haciéndoles; pero ¡así es la vida!, así que sigamos). Como dicen los que saben de vinos: “el buen vino es el que te gusta a ti”.

Lo que intento decir es que esto me acaba de ocurrir. Tengo afición por la novela negra, y los policiales, en general. Muchas cosas me resultan entretenidas, pero muy poco para recordar, ni quedarme pensando en una frase o un giro.

Después de mucho tantear, resulta que se me apareció la magia (ya saben, hay una probabilidad de que mi gusto los estafe).

Se llaman Rosa Ribas (Barcelona, 1963), y es más o menos contemporánea conmigo. Pero todo eso (dónde nació, cuándo, dónde vive) es irrelevante. Lo que quedará para la historia es que Rosa Ribas tiene el don de la palabra escrita. Y su escritura a cuatro manos con a Sabine Hofmann (Bochum, Alemania, 1963) es bastante buena.

He leído dos cosas donde está el nombre de Rosa Ribas:

  1. Don de Lenguas (Siruela, 2013), que escribió a cuatro manos, junto a Sabine Hofmann; y
  2. La detective miope (DeBolsillo, 2014), que escribió sola.

Ambos me han gustado mucho. Pero Don de Lenguas me pareció encantador.

Les dejo una cita, donde hay una imagen interesante:

“Percibió una leve elevación de la comisura izquierda de los labios de Castro. Parecía que sus esfuerzos por conseguir el trabajo por lo menos le hacían gracia. Ella veía el “sí” aproximándose con timidez a la boca del policía mientras un “no” se la mantenía prieta y cerrada. El “sí” rebotaba contra los dientes y caía hacia atrás, pero volvía a tomar impulso… Se repitió dos veces más y las dos veces el inspector volvió a reprimir la sonrisa.”

Ojalá se tropiecen con Rosa Ribas…

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