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Rafael Cadenas (Barquisimeto, Venezuela, 1930) es un poeta y ensayista para cuya presentación escribió lo siguiente:

“Escribo

como el que se inclina sobre el cuerpo que ama.”

Tanto la poesía como la prosa de Cadenas muestran esa suerte de desnudez de ciertos poetas, que se perciben torpes, íngrimos, debido a que creen que lo único que tienen es la palabra, como si eso fuera poco.  Pero son tan diestros en el oficio de esta, que guardan un tesoro camuflado entre harapos, pasos arrastrados y una sempiterna timidez.

Yo asistí a unas cuantas clases suyas, allá por 1988, en la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela. Después de una rampa de acceso que era como un gran zigzag, estaba una pequeña sala de clases, en cuyo escritorio descansaba Cadenas, y en una silla de madera coronada con una pequeña tabla para escribir, estaba yo sentado con vista al jardín interno y a los grandes árboles que mecían su danza tropical.

Algún día, cuando alguien me pregunte “¿qué recuerdas tú de la UCV?”, responderé orgulloso que recuerdo a Cadenas, reposado y profundo, enseñándome sobre la lírica y la punzante palabra que delicadamente derrumba catedrales.

Acá les dejo un poema suyo:

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YOU

Tú apareces,
tú te desnudas,
tú entras en la luz,
tú despiertas los colores,
tú coronas las aguas,
tú comienzas a recorrer el tiempo como un licor,
tú rematas la más cegadora de las orillas,
tú predices si el mundo seguirá o va a caer,
tú conjuras la tierra para que acompase su ritmo a tu lentitud de lava,
tú reinas en el centro de esta conflagración
y del primero
al séptimo día
tu cuerpo es un arrogante
palacio
donde vive
el
temblor.

Autor: Rafael Cadenas. De su libro “Una Isla” (Versión mecanografiada, 1977), recogido en “Antología” (Monte Avila Editores, 1991).

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